Monday, May 30, 2011

¡Ya salgo!

¿Proyectos del trabajo? ¡Terminados!..¿Las compras? ¡Hechas!... ¿Las despedidas? ¡Cumplidas! …¿La batalla con la compañía de seguros para que me dé las recetas para las vacaciones? ¡Ganada! Tengo la maleta hecha y ¡me voy de aquí!

Mañana afronto el viaje a España de casi un día de duración. De verdad que odio volar, pero aprieto los dientes y lo hago, dejando que mi pasión por la aventura anule el miedo que tengo a estar a unos 12.000 m. en el aire. En realidad, el viaje siempre se hace rápido.  Para distraerme este año, pienso responder a algún email, que ya hace mucho que no respondo, utilizando mi nuevo Netbook, leer un buen libro, unas revistas y escuchar un poco de Enya para relajarme y, con un poco de suerte, dormir algo. Al volar en martes, espero que el avión no esté lleno y poder tener una fila entera de asientos para mí sola. A veces ocurre.

Castilla - La Mancha...Here I come!!
El vuelo llega a las ocho y cuarto a Madrid…y entonces el objetivo será permanecer despierta el mayor tiempo posible para evitar el jet lag. Así que imagino que después de aterrizar, comer algo, ir a Toledo, en lo que se tarda una hora (que será algo más, pues al fin y al cabo es hora punta en Madrid), llegaremos a Toledo a eso de las once. Tendremos una pequeña conversación con mis suegros para ponernos al día, luego un paseo – al supermercado, al parque, al casco antiguo, o donde sea- específicamente con el propósito de no dormirme. A eso de las 2:30, mamá llamará a comer y entonces la etapa más dura: seguir despierta durante y después de la comida. Mi familia comprende mi hábito de “comer y salir corriendo” el primer día, puesto que normalmente me voy a dormir una siesta a eso de las tres y media. Pedro me deja dormir hasta las cinco y media o así y luego me obligo a salir de la cama, arrastrándome, e intentar aguantar hasta las nueve y media o las diez, de nuevo paseando o haciendo alguna pequeña visita. Y entonces ¡ya puedo dormir cuanto quiera! …pero casi seguro que termino despertándome a las tres y media de la mañana y me pongo a escuchar los sonidos de un Toledo en el que la noche va dando paso a la mañana y entonces comienza un nuevo día en España.

Saturday, May 28, 2011

Encantada con esas consecuencias imprevistas

De verdad que no tenía intención de empezar este blog hasta que Pedro y yo estuviéramos seguros de cuándo nos íbamos a mudar a España. Nunca me imaginé que alguien pudiera estar interesado en todas esas cosas previas que suceden “mucho antes”, hasta que mi querida amiga Christina me convenció de hacerlo ahora en lugar de esperar. Me aseguró que a la gente le interesan “esas cosas de mucho antes” cuando se trata de un gran cambio de modo de vida y de cultura y que además podría coger algo de práctica en el arte del blogging. Y cuando me dijo que lo podía hacer GRATIS, ¡pues mucho mejor! ¡Me dejó convencida! A los pocos días de aquella conversación y después de muchos cambios de título, The Pancake Merienda había echado a andar. (Christina, por cierto, tiene un magnífico sitio Web propio en el que documenta los viajes y aventuras que ella y su marido hacen a lugares exóticos del planeta: www.skylarkingworld.com . ¡Las fotografías son estupendas!)

Pero fue Pedro el que sugirió la idea de hacer dos versiones del blog (la versión inglesa y una que él iría traduciendo al español). Siendo la buena esposa que soy, le dije: “Vale…si estás dispuesto a hacer todo ese trabajo…”. Pero para mis adentros, pensé: “¿Quién, en España, estaría interesado en esto?”. Siempre había imaginado esto como un diario destinado a mi madre y unos pocos amigos interesados en ello. Pero nunca se me ocurrió que este blog se convirtiera en el medio por el que llegara a conocer mejor a la familia de Pedro… ¡y ellos a mí!


 El primo (político) Jandro habla un idioma guay.
Debido a la barrera del idioma, siempre he tenido la sensación de que su familia no me conocía realmente como persona, lo que resulta comprensible. Era – y todavía es- frustrante el hecho de no poder transmitir mi sentido del humor ni de poder mantener conversaciones a fondo con nadie de su familia. No hay muchos aspectos de la personalidad de uno que se puedan transmitir con sonrisas y diciendo: “Ah, sí… ¡me gusta!”. En lo que a ellos les toca, han estado maravillosos incluyéndome en todo y no han dejado que esta barrera idiomática interfiriera con la diversión. Siempre me he sentido increíblemente afortunada por ello, ya que conozco a otras chicas americanas que se casaron con españoles y que no tuvieron tanta suerte.

Desde el lanzamiento de este blog en español, ¡he descubierto que (para mi deleite) ha abierto un espacio para la comunicación que la lengua hablada no podía abrir! The Pancake Merienda nos ha proporcionado a la familia de Pedro y a mí una forma de interactuar a nivel personal a la que antes sólo podía aspirar… ¡y ha resultado ser la mejor de las experiencias! Algunos primos de Pedro han colgado comentarios en la versión española, que más o menos puedo entender, y que desde luego disfruto leyendo. Nunca fallan en hacerme reír con su sentido del humor o en hacer que las lágrimas afloren a mis ojos con su sinceridad. Y más de uno ha mencionado que ellos también piensan que es una excelente manera de conocerme mejor. Me siento totalmente honrada o, para usar un término completamente americano, BENDECIDA por que estén interesados en mis reflexiones y, especialmente, en el hecho de que, en su momento, nos mudemos allí.

Como podéis ver, me encuentro completamente rebosante de alegría con esta consecuencia imprevista…y precisamente esto, si no por otra razón, hará que siga escribiendo.

Tuesday, May 24, 2011

Las cinco cosas que más anhelo al llegar a España

1) Ver a mis sobrinas y sobrinos…y ¡conocer a algunos nuevos!: Parece que, casi cada vez que voy a España, hay una sobrina, un sobrino o sobrino segundo nuevo al que conocer. Estoy deseando poder ponerme al día con los que conozco – Daniel, de dieciséis años, que va a salir por primera vez solo a estudiar al extranjero y Andrea, de casi cinco años, que ha estado aprendiendo canciones en inglés en el cole. Y espero poder conocer mejor a Roberto, también de cinco años. Nos vimos la última vez que estuve allí, pero con dos años estaba más interesado en su coche teledirigido que en la tía Marianne. Totalmente comprensible. En cuanto a los nuevos, Aitana y Bruno, los dos nacieron aquella última vez que estuve allí, así que va a resultar interesante volver a verlos ya como niños en lugar de como bebés. Y el sobrinito más joven, Diego, que nació hace unos meses y al que conoceré por primera vez, aunque seguro que será un pequeñín dormilón. También hay algunos/as sobrinos/as segundos/as (espero no haber olvidado a nadie).

The best photo of my 2008 trip: la Gran Mezquita de Cordoba
2) Hacer millones de fotos: Tengo muchísimas ganas de probar mi nueva cámara en España y tengo intención de hacer millones de fotos para este blog. Me gustaría poner más fotos en el blog, pero las únicas copias digitales que tengo las hice hace tres años y la calidad de mi fotografía entonces dejaba mucho que desear. Así que para los amigos y familiares en España: ¡Preparaos! La cámara parecerá una extensión natural de mi propio cuerpo en junio.

3) Comer ‘la comida’: ¿Por dónde empezar con esto? Aparte de la cocina de mi suegra, es mi intención disfrutar del zumo de naranja valenciana recién exprimido, churros o porras de la churrería, tostada a la plancha con mermelada y mantequilla, limón granizado en La Vega (¡delicioso!), pulgas de atún y pimientos de piquillo, de carne de venado y champiñón, de ensalada de pollo, de pimientos fritos y salchicha…sólo por nombrar algunas; patatas ali-oli y bravas; gazpacho y por supuesto ¡flan! No me solía gustar el flan antes, pero hace unos tres años me empezó a gustar de verdad y por eso he de anunciar, tristemente, que una barriguilla que antes no estaba ahí, ahora resulta visible. En fin…Esta lista podría continuar hasta el infinito, pero lo dejo aquí.

4) Ir al parque de las Tres Culturas: Justo al lado de la casa de mis suegros hay uno de los parques más bellos de Toledo: el Parque de las Tres Culturas: un espacio verde gigantesco en la zona moderna de Toledo. Me encanta especialmente en los días de calor, pues Pedro y yo bajamos a sentarnos un rato en los bancos bajo los árboles “al fresquito”. Hay una rosaleda (¡estad pendientes de las próximas fotos de flores!), un cine al aire libre y un camino para andar por todo el perímetro del parque. También hay una pista en la que los entusiastas del atletismo entrenan todas las tardes, una piscina (con el consabido “bar de la piscina” ¡donde, durante el verano, hacen hamburguesas en la barbacoa!), pistas de tenis, baloncesto, fútbol sala/balonmano y un pequeño pabellón, en el que mis suegros dan sus clases de “gimnasia para mayores”. Existe el rumor de que el parque es ahora un espacio wifi, así que, si es así, estoy deseando poder componer mi blog, con mi nuevo Netbook, desde nuestro banco preferido.

5) Subir a ver el Corpus: El Corpus (como se conoce en la ciudad a la festividad religiosa del Corpus Christi) es la gran fiesta religiosa por la que se conoce a Toledo. Aparte de ser interesante de ver y  porque las entidades públicas contribuyen a esta celebración religiosa  y participan en ella (algo que nunca verás en los Estados Unidos), es algo imponente, tanto visual como auditivamente. Lo he visto varias veces ya e imagino que la familia aún se sorprende de que siga yendo cada vez que estoy allí. Este año tengo intención de hacer millones de fotos, andar por las calles perfumadas de romero la noche anterior, ver la procesión a la mañana siguiente (si me levanto a tiempo) y por supuesto compartir la experiencia con todos en este blog.

También pensamos ir a las Islas Canarias, cerca de la costa africana, durante una semana, y a la costa de Murcia (acaban de tener un terremoto cerca de allí) para ir a la playa y ver apartamentos con mi amiga por correspondencia de toda la vida, Julie, y su marido Steven. Y por supuesto, tendremos la Primera Merienda de Tortitas Anual, que, de acuerdo a los comentarios expresados en la versión española del blogThe Pancake Merienda”, ¡parece ser ya todo un éxito!

¿Sabéis? A falta de tan sólo una semana para el viaje, tengo la sensación de que ya he salido.

Saturday, May 21, 2011

Bebé Glotón: ¿Algo repulsivo o diferencia cultural fascinante?

Como adicta a las noticias, una de las cosas más frustrantes al visitar España es no poder leer los periódicos españoles. En casa, leo el periódico local todas las mañanas sin perderme una y durante el día miro con regularidad la versión online y también la CNN. Si algo sucede en mi ciudad o en el mundo, probablemente soy la primera en saberlo.

Hace unos meses, se me ocurrió que quizás, sólo quizás, uno de los periódicos nacionales españoles pudiera tener una edición online en inglés (¿eh?). Busqué en Google los nombres de periódicos españoles y descubrí que El País, diario nacional, sí que tiene una. Después de leerlo durante unas semanas, me di cuenta de que contenía las noticias normales y corrientes - duelos entre partidos políticos, historias sobre lo mal que está la economía, el desempleo y el crimen. También me enteré de que España está todavía tratando de digerir las atrocidades cometidas durante la guerra civil y durante la dictadura de Franco; que el arte/deporte/espectáculo del toreo es de hecho un tema de debate ético y que existen muchos problemas sociales y otros males que muchos españoles prefieren no discutir. Nada me produjo una sorpresa especial... hasta que vi esto:

“Spanish Breastfeeding Doll Fuels Rage in Britain and US”  (Muñeco Bebé Glotón desata la ira en Gran Bretaña y  Estados Unidos)

¿¿¿QUÉ???

Parece que, hace un tiempo, una empresa de juguetes española fabricó un muñeco con la tecnología para “darle de mamar” y lo comercializa para que las niñas puedan aprender a “dar el pecho”, junto con sus madres, por medio de una especie de chaleco florido y con lentejuelas abrochado a la espalda (¡me estoy imaginando las reuniones en el departamento de markéting de la empresa a la hora de desarrollar dicho producto!). El muñeco, comercializado con el nombre de Bebé Glotón, (en inglés Bebé Avaricioso, aunque prefiero la versión original) ha desencadenado, aparentemente, un torbellino de controversia en los Estados Unidos. El artículo del periódico estima que en España “los padres están encantados”, mientras que los medios norteamericanos afirman que el muñeco “promueve una ´sexualización´ de las niñas más jóvenes” y que “incita a la pedofilia”.

Bueno, no creo. No importa que no haya sabido acerca de este Bebé Glotón hasta que leí este artículo (así que para mí no hay “torbellino de controversia en los Estados Unidos”), pero he de admitir que la idea me resulta extraña, lo mismo que a mis amigos, los cuales nunca habían oído nada semejante. Y si fuera a venderse en jugueterías aquí, seguramente les saldría el tiro por la culata, además de tener que sufrir protestas y boicots y, sin lugar a dudas, las lágrimas vertidas por algunos políticos para darle un efecto más dramático. Sin embargo, no me sorprendería que este muñeco pasase sin pena ni gloria en España. La cultura española acepta completamente el acto de amamantar, en cualquier lugar y a cualquier hora, como algo normal, al contrario que los Estados Unidos, donde se considera una práctica muy privada. Personalmente, me encantaría que las mujeres estadounidenses pudieran dar el pecho sin tener que cubrirse con una toalla ni temer las miradas despectivas.

Pero…¿un muñeco para niñas pequeñas? ¡Hombre! ¿No deberían estar jugando al baloncesto, dibujando... y bueno, jugando con muñecas (normales) en lugar de aprender a dar el pecho?

Va a resultar interesante hablar de esto con mis amigos y familia españoles y averiguar lo que piensan sobre el tema. ¿Este Bebé Glotón resulta tan controvertido como sugiere el artículo? ¿O es otra interpretación exagerada que los medios de comunicación hacen de la realidad? ¿Seguiré pensando que esto o “se pasa un poco” o se convertirá en otra diferencia cultural fascinante sobre la que reflexionar?


Saturday, May 14, 2011

¡Marianne no entiende NADA!

En cuanto se pronunció esa frase hace tres años en España, lo primero que me vino a la mente fue levantar el dedo corazón hacia arriba y decir: “¡Entiendo esto!” o algún otro comentario sarcástico más acorde a mi personalidad angloparlante. Pero, deseando ser diplomática, simplemente sonreí, lo cual fue una reacción auténtica al oír algo tan ridículo. Y en realidad… ¡sí entendí aquello!

Pero para ser honesta, fue aquella frase la que me motivó a matricularme en clases de español.

Siempre he tenido la suerte de que mi bilingüe marido haya sido un gran intérprete para mí y he de admitir que por eso no he hecho un gran esfuerzo por aprender español. En su lugar, siempre he contado con él y con lo que recuerdo de lo que aprendí en el instituto para comunicarme, lo que no siempre ha dado buenos resultados...y, de hecho, ha dado lugar a algunas situaciones cómicas durante los años. Desde el principio, mi suegra ha sido la que mejor ha descifrado mi español, oxidado por más de veinte años, y la que hace un GRANDÍSIMO esfuerzo por hablar muy despacio para que pueda entenderla, lo que ayuda bastante. Me parece que su habilidad para adaptar su forma de comunicarse a mi nivel de principiante en el idioma español tiene algo que ver con el hecho de haber criado a muchos niños (cuatro hijos, una hija, varios sobrinos y sobrinas y ahora nietos) y por lo tanto de saber cómo el cerebro humano adquiere el lenguaje, independientemente de si se tienen dos años o treinta y cinco.

¿Pretérito indefinido o imperfecto?
Acabo de terminar primero de español a nivel universitario y además he asistido a algunas clases de español conversacional durante los últimos tres años. He aprendido (o vuelto a aprender) las estructuras oracionales invertidas de la lengua española, la belleza de hacerse algo a sí mismo por medio de los verbos reflexivos, el convencionalismo de colocar el adjetivo detrás del sustantivo al que modifica (¿por qué?) y sobre todo a cómo pronunciar correctamente los sonidos vocálicos españoles – guturales y cortos de a, e, i, o, u. He intentado memorizar los millones de variaciones sutiles de innumerables verbos y sus tiempos – presente, presente continuo, pretérito indefinido, imperfecto y, recientemente, el subjuntivo. Me temo que habrá más el semestre que viene. Todavía me tambaleo con los verbos, recurriendo al presente u omitiendo el verbo del todo y actuando una especie de rutinaria pantomima cuando intento hablar español con oraciones completas. He aprendido un montón en mis clases en estos tres años, pero he de decir que aunque recibir lecciones en al aula ayuda, he descubierto que no es sino un ejercicio académico, en el que la memorización sistemática te permite sacar sobresaliente en el examen.

Prefiero asistir a una clase de fotografía.

En lugar de sentada en un aula, es así como prefiero aprender español: Aprendí que “comer” significa “to eat” en la expresión “¡a comer!”, que mi suegra usa cada vez que llama al resto de la familia a la mesa. Prefiero aprender que la terminación “-ísimo/a” significa “really-really…” por mi sobrinita Andrea, quien una vez le dijo a Pedro, toda orgullosa, que su abuela había dicho que “no era guapa, sino guapísima”. Y aprendí que la palabra “saber” es uno de los verbos que significan “to know” por mi sobrino de veintitantos años, ahora, Alejandro. Cuando tenía ocho, Jandro se echó las manos a la cabeza en expresión de disgusto cuando inundé mi tortilla de patatas con kétchup (craso error, ahora lo sé) y dijo con tono de exasperación (y un cierto brillo en los ojos): “¡Americanos! ¡No saben!”. Le hice cosquillas hasta la muerte por eso.

Así que ahora que ha terminado el semestre y que España queda a menos de treinta días, puedo dejar a un lado mi libro de texto y empezar a aprender de nuevo –de forma real y natural- de manera divertida. Y no habrá verbos pestosos que memorizar.

Saturday, May 7, 2011

La búsqueda de una vida interesante

Durante años, Pedro y yo hemos estado diciendo a familiares y amigos que queremos irnos a vivir a España.

Lo que motiva la siguiente pregunta: ¿Por qué no lo hemos hecho ya?

¿Debo cambiar esta vista...
Bueno, pues porque…la vida aquí es bastante cómoda. Tenemos una vivienda agradable y trabajos que más o menos podemos tolerar. Y aunque más bien frío, el norte de Nevada es un buen lugar para vivir: magníficas oportunidades de esquiar (bueno, yo no esquío pero Pedro sí), el lago Tahoe y numerosos senderos en las montañas y el desierto donde practicar senderismo, aparte de estar muy cerca de mi querida California y de todo lo que tiene que ofrecer. Incluso durante lo peor de la crisis económica, cuando parecía que el estado de Nevada entero estaba avocado al colapso, salimos ilesos...o incluso mejor que antes. El puesto de Pedro, profesor de español y traducción en la universidad, ha resultado ser bastante estable (por lo menos hasta este año) y basándonos en lo que dicen las evaluaciones que de su trabajo hacen tanto estudiantes como colegas, es bastante bueno en lo que hace. Sus alumnos le adoran.

Yo, he tenido la suerte de ganarme la vida como redactora de solicitudes de subvenciones para organizaciones sin ánimo de lucro del norte de Nevada, tanto como empleada en plantilla como autónoma, durante casi ya 13 años. He de admitir que no es la profesión más apasionante del mundo, pero causa satisfacción el saber que mis habilidades pueden cambiarle la vida a alguien; y  resulta estimulante verme rodeada de gente a la que le gustaría, de alguna manera, cambiar el mundo. El trabajo de Pedro le permite ir a España cada verano y, dependiendo de mi situación profesional, normalmente voy cada dos veranos. Y cuando no puedo ir a España, nos tomamos unas pequeñas vacaciones en Centroamérica, México y Hawaii. Nos damos cuenta de que vivimos bien y apreciamos todo lo que tenemos y lo que hemos sido capaces de conseguir. Entonces... ¿por qué ese deseo de mudarnos?

Pues porque aún siendo la vida tan cómoda como es, esa comodidad se puede traducir en aburrimiento y eso es exactamente en lo que se ha convertido. Desafortunadamente (o afortunadamente según se mire) los dos nacimos con un cierto espíritu aventurero. Él más que yo pero aún así, el deseo de salir al mundo y experimentar lo incómodo y lo raro nos resulta altamente atractivo. Para mí, desde luego, mudarme a España, un país que en muchos aspectos resulta tan diferente del oeste de los Estados Unidos, calmará esa sed por lo exótico y diferente. Y me veré forzada a encontrar otras formas de ganarme la vida aparte de lo que he estado haciendo durante los últimos 13 años. Para él, es una oportunidad de volver a casa y vivir en un ambiente cultural en el que se siente integrado, así como de hacer algo diferente, profesionalmente hablando. Para los dos, se nos presenta la oportunidad de prepararnos para la “segunda mitad de nuestra vida”, creando algo por lo que podamos luchar hasta que seamos demasiado viejos para hacer cosas, excepto pasear despacio por el parque y saborear un vasito de sangría. 

...por ésta?
Lo ideal sería que pudiéramos restaurar una casa rural antigua en algún lugar de España y convertirla en un “bed and breakfast” o cuando menos restaurar uno de esos inmuebles abandonados en el casco antiguo de Toledo y poner el “bed and breakfast” allí. Pero a menos que nos toque la lotería o que de repente nos encontremos con un montón de dinero, ninguno de estos sueños parece que se vaya a hacer realidad. Pero incluso así, la aventura de armar el puzzle de nuestra vida donde mi experiencia profesional y mi educación universitaria importen poco suena a gran, y bienvenido, desafío. No tengo una visión romántica de todo esto. Conozco España lo suficientemente bien como para saber que hay cosas que no me van a gustar y sé, con certeza, lo difícil que es aprender otro idioma a los cuarenta y tantos... y hay un montón de cosas en USA que voy a echar de menos. Pero esta es una gran oportunidad de hacer algo diferente, algo que requiera “bemoles”, algo que me obligue a apelar a recursos dentro de mí que ni siquiera sé que poseo y algo que suponga un desafío a mis ideas incluso más de lo que ya supone. Es una oportunidad que no todo el mundo tiene, que no se presenta todos los días y tengo que aprovecharme de ello.

Hace unos años, participé en una de esas “entretenidísimas” reuniones de trabajo para “hacer grupo” en la que nos pidieron explicar qué era lo que queríamos lograr en nuestras vidas. La mayoría de la gente mencionó sus carreras profesionales y el dinero que querían ganar. En medio de todas aquellas aspiraciones de logros y riquezas, la respuesta sincera que di fue: “Lo único que de verdad quiero es lograr llevar una vida interesante.

Y espero que mudarme a España me proporcione exactamente eso...algún día.