Una de las cosas que más anhelo para este verano es tener la oportunidad de demostrarle finalmente a mi suegra que sé (más o menos) cocinar. O por lo menos hacer tortitas.
Deliciosa paella de mi suegra |
Mi suegra es, en serio, una de las mejores cocineras de España y la mayoría de lo que conozco acerca de la cocina española lo aprendí a su mesa, degustando sus comidas preparadas con tanto arte. Desde muy joven, ha estado cocinando para su familia y conserva casi todas sus recetas en la memoria. Cocido, chuletas de cordero, lentejas y albóndigas...Todos los platos clásicos de la gastronomía española que prepara se han convertido en alimento reconfortante para mí.
Mi, por entonces, futura suegra me pidió, durante mi primer viaje a España en 1994, que le enseñara a hacer tortitas. He de admitir que no tenía la más mínima idea de cómo hacerlas...o, para el caso, cómo hacer cualquier otra receta americana. Durante todos esos años en los que viví en casa o en el colegio mayor universitario, otros habían cocinado para mí por lo que nunca tuve razones suficiente para aprender. Así que me sentí un poco avergonzada de admitir que, con mis títulos universitarios y todo, no sabía hacer una simple tortita.
Debo decir la verdad: diecisiete años después, todavía no cocino mucho (ni muy bien) pero me siento orgullosa de informar de que, a base de intentarlo muchas veces sin éxito, he conseguido hacer unas tortitas muy decentes gracias a un recorte de revista del año 2004. Y aunque la comida española es lo normal en nuestra dieta diaria (Pedro todavía prepara la mayoría de las comidas basándose en variaciones de las recetas de su madre), mis tortitas sabor a naranja han pasado a formar parte de nuestras mañanas invernales de fin de semana. Y ahora tengo la sensación de que por fin estoy lista para preparar aquellas tortitas que mi suegra solicitó hace ya tantos años.
¿Pueden estas tortitas medirse a la habilidad culinaria de mi suegra? |
Así pues, tengo pensado establecer, una tarde de este próximo junio, una nueva tradición y hacer, para la familia entera, mis tortitas para merendar. Será la primera de lo que espero constituya la “merienda anual de tortitas de Marianne”. Imagino encontrarme en la cocina de mi suegra, sirviendo tortita tras tortita a una pequeña multitud sentada en el comedor, justo como mi suegra lo ha hecho para su familia, y para mí, a lo largo de los años.
Todavía no sé cocinar...pero puedo preparar una merienda de tortitas. Espero que a mamá le guste.
Estoy deseando probar esas tortitas!! Ya puedes preparar masa suficiente para unos 40 que solemos apuntarnos!!
ReplyDelete¡Que buena pinta las tortitas...! Nos vemos pronto. Un beso.
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